Los misterios de la voz.

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María Arnal, cantante y compositora, fue la invitada de Más Mujeres Creativas y Una de Dos al Día C 2024. La artista catalana inició su exposición con una performance en la que el público, guiado por la ponente, participó de forma activa, pronunciando notas diferentes que acabaron fusionándose en una sola. Esta fue la manera de introducir al auditorio en el tema de su ponencia: los misterios de la voz.  

Arnal explicó que el oído es el primer sentido que desarrolla el ser humano. “El más rápido de todos los sentidos. La única herramienta que tenemos para conectar con el mundo desde muy temprano, cuando todavía estamos en el seno materno”, dijo. Reflexiones que le sirvieron para comenzar a hablar de la voz, un instrumento estrechamente conectado con el sentido del oído. “La voz es una herramienta sofisticada. El instrumento musical más antiguo que existe. Todos hemos sido antes cantantes que parlantes”, añadió.  

Adentrándose en la historia de la voz, hizo referencia a Margaret Watts Hughes, una científica y cantante que a finales del siglo XIX investigó la voz. Construyó un dispositivo llamado eidófono que convertía la intensidad de la voz en ilustraciones con apariencia floral. “Creía que había una relación holística entre la voz humana y el mundo natural”, señaló.  

Contó que, años más tarde, se fabricaría el primer sintetizador de voz, un dispositivo que convertía la electricidad en voz. “No necesitamos un cuerpo humano para emitir voz. Hoy con la IA se ha disparado esta posibilidad. Seguimos en ese empeño de copiar nuestra voz, de lograr imitarla con herramientas”, afirmó.  

Clon polifónico 

Habló también de algunos proyectos que ha llevado a cabo en torno a la voz. De un banco de voces para crear una sinfonía. Y de María Chor, una instalación que expuso en un museo consistente en entrenar un modelo de IA con diferentes tipos de voz. La instalación permitía armonizar en tiempo real la reproducción sintética de la voz de María con la de los participantes en el experimento, formando un coro humano-digital que evoluciona a lo largo del tiempo. 

Arnal dijo que sigue entrenando el modelo para conseguir utilizarlo como instrumento musical, como si fuera un clon polifónico. Y que en ese entrenamiento ahora emplea una canción tradicional japonesa para que el modelo la convierta en su voz. “Esa voz potencial que no puede ser la mía”, comentó. El experimento servirá para crear una nueva voz sintética colectiva que dará lugar a una pieza musical.