La misión del Club de Creativos ha sido siempre mostrar el valor de la creatividad. El Anuario, la memoria histórica de la profesión, es uno de los instrumentos que utiliza. Cuando se declaró la pandemia nos hallábamos terminando el capítulo de 2019 y en estas semanas hemos seguido escribiéndolo. Tuvimos que cambiar formatos y deberemos convertir los debates presenciales en videoconferencias, pero en este mes de confinamiento terminaremos la tarea iniciada.

Sabemos que 2020 va a ser un paréntesis en el terreno profesional, que va a cambiar estructuras, sistemas y nos va a cambiar a las personas, pero esta realidad no invalida lo que fue 2019 ni la necesidad de registrar lo que resultó ese año. Poner en valor la creatividad y fijar referentes fue necesario antes de la pandemia y lo va a ser, y aún más si cabe, después.

Desde el principio, nos hemos preguntado cuál debe ser nuestra aportación y en qué debe trabajar el c de c. Hemos adoptado algunas medidas pensando en aquellos que podrían quedarse en paro, nos hemos sumado a proyectos que requieren creativos para pensar en resolución de problemas creados por la epidemia, y hemos decidido seguir con las actividades que se puedan llevar al mundo on line para continuar cumpliendo nuestra misión. Y en eso estamos.