Jornadas de trabajo entre creativos, educadores y estudiantes | Not a conference.

El creativo del futuro será una persona atenta al mundo que le rodea, que adquiere conocimientos como si fuera una esponja, que habla de mil cosas, que tiene empatía, que es aficionado a la lectura, curioso, investigador….

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Ana Hidalgo (Miami Ad School) y David Selva (Universidad de Cádiz) fueron los encargados de presentar las principales conclusiones de Mind the gap, nombre bajo el cual se celebraron dos jornadas de trabajo entre creativos, educadores y estudiantes con el fin de tratar de salvar la separación entre la industria y la educación en el ámbito creativo. Algunas de esas conclusiones fueron estas:

— Hay que preparar a los futuros creativos para los nuevos tiempos, para la tecnología, pero sin olvidar las disciplinas artísticas y humanísticas.

— El talento no solo se encuentra en el portfolio sino también en la actitud, en la forma de ser y de relacionarse.

— Es necesario impulsar la meritocracia, incentivar la ambición y ayudar a los que se esfuerzan.

— El creativo del futuro será una persona atenta al mundo que le rodea, que adquiere conocimientos como si fuera una esponja, que habla de mil cosas, que tiene empatía, que es aficionado a la lectura, curioso, investigador….

En Mind the gap, también se detectaron los principales obstáculos para salvar la brecha existente entre industria y educación y se esgrimieron algunas posibles vías para solucionarlos:

1.- Ante el reto de cómo identificar y desarrollar el talento se propusieron la implementación de mentores profesionales en la Universidad; la búsqueda de sinergias con otras áreas de conocimiento; una mayor alianza entre Universidad y recursos humanos; salir del aula para aprender; impulsar la enseñanza de creatividad antes de llegar a la Universidad y fomentar el talento creativo por medio del mecenazgo.

2.- Para solucionar el problema de cómo pasar del saber al saber hacer, de la teoría a la práctica se planteó seguir el modelo de otros países; contar con mentores profesionales; impartir clases menos convencionales y más prácticas; fomentar la evaluación compartida: por profesionales y profesores; crear agencias universitarias plenamente operativas; crear una escuela para profesores: que los profesionales formen a lo profesores, y solicitar a las instituciones educativas que se reduzca el tamaño de los grupos de alumnos.

3.- Para lograr la adaptación a un entorno cambiante, los docentes deberán estar al tanto de las últimas novedades para lo que será preciso diseñar e implementar programas para educadores;

fomentar la posibilidad de que los alumnos realicen prácticas en entornos diferentes a la agencia (startups, anunciantes, etc.); simular la agencia del futuro para estar preparado para dar solución a las necesidades que entonces tendrán los clientes.

4.- Para conseguir concienciar del impacto económico de la publicidad, de que la creatividad genera negocio, se propusieron varias vías: dar a conocer los resultados económicos de toda la cadena; contar con briefings más profundos; implementar roles más abiertos (que el creativo pueda ser planner…); modificar el sistema educativo desde la escuela para que se oriente al alumno, desde muy pequeño, sobre la base de sus cualidades y talento.

La visión internacional de Mind the gap corrió a cargo de

Jamshid Alamuti, co-fundador de la recién inaugurada Pi School (Roma) y ex director general de la Berlín School of Creative Leadership, y Marie Alani, directora de programas y profesora de la escuela sueca Berghs School of Communications, en una mesa redonda que fue moderada por Paul Drake, responsable del área de formación en D&AD. Ambos contaron la experiencia de sus respectivas escuelas:

“En nuestra escuela”, señaló Marie Alani, “la brecha entre profesionales y estudiantes es mínima. La colaboración entre los diferentes roles es fundamental”.

Por su parte, Jamshid Alamuti dijo que “la principal habilidad que un creativo necesita es motivación. El talento, de una manera o de otra, está en todos nosotros”.

 

Mind the Gap es parte de Not a Conference, el proyecto formativo Creatives futures, diseñado por el D&AD y que cuenta con fondos del programa Europa Creativa Cultura, de la Comisión Europea. El Club de Creativos y la agencia francesa BETC son colaboradores del proyecto, que se desarrolla en Madrid, París y Londres.